Lugar emblemático, donde tuvo lugar en 1810 el primer enfrentamiento armado de México en la lucha por su Independencia, el Museo Regional de Guanajuato “Alhóndiga de Granaditas” volverá abrir sus puertas este miércoles 13, con salas de exhibición totalmente renovadas, luego de concluir el trabajo de reestructuración que entrelaza la historia y el arte para contar el devenir del inmueble y del movimiento insurgente.
Después de veinte años sin actualizar contenidos ni dar atención integral a los espacios arquitectónicos del museo, este proyecto de renovación fue realizado con una inversión de más de 5.7 millones de pesos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), como parte del conjunto de inmuebles históricos que forman parte de la Ruta de la Independencia que están siendo renovados con motivo del Bicentenario del inicio de la gesta insurgente.
La renovación integral del edificio contempló la actualización de los sistemas eléctrico e hidráulico, remodelación de sanitarios, implementación de iluminación moderna y nuevo cableado para las cámaras de seguridad; también se realizaron obras de mantenimiento en las salas de exhibición, consistentes en el resane de muros y pintura, y se restauró el aplanado de la cornisa que se encontraba deteriorado.
En lo que toca a la actualización de contenidos y espacios museográficos, ésta se llevó a cabo en dos etapas: en la primera, se colocaron cedularios en el Recinto de los Héroes, espacio que muestran los rostros monumentales de Miguel Hidalgo, José María Morelos e Ignacio Allende, y donde está una lámpara votiva cuyo fuego es renovado cada 28 de septiembre.
La museografía anterior sólo presentaba un atril donde estaban grabadas en metal las firmas de los insurgentes; ahora sus efigies están acompañadas de textos que presentan una síntesis de su biografía a partir de datos de investigaciones recientes.
En la segunda etapa fueron renovadas las salas históricas en lo relativo al montaje, contenidos, planteamiento histórico y museografía, y se dotó de un nuevo discurso curatorial en el que el arte ocupa un lugar destacado dentro de la narrativa histórica, como testigo de las diversas épocas del devenir nacional y regional; de tal modo que las dos colecciones más importantes del acervo, la pictórica de Hermenegildo Bustos y la fotográfica de Romualdo García, ya no se presentan aisladas.
La nueva museografía también opta por contar los acontecimientos de manera no lineal, sino a través de recursos que buscan captar la atención del público por medio de elementos audiovisuales, gráficos y plásticos. De este modo se abordan los momentos en que Guanajuato adquiere importancia en términos de historia nacional, explicó Cora Falero, subdirectora de Investigación de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del INAH.
La especialista detalló que son 14 las salas que narran la historia de México desde la expansión europea de los XV y XVI, la Conquista y la Colonia, hasta la Revolución Mexicana, en un recorrido que alterna los acontecimientos nacionales con momentos en los que Guanajuato jugó un papel relevante, como por ejemplo cuando fue sede de la firma de las Leyes de Reforma.
La parte medular del montaje, dijo la especialista, la ocupa la propia Alhóndiga de Granaditas, por ello se destinó un amplio espacio para explicar lo que fueron edificios públicos novohispanos como estos, dedicados al almacenamiento y administración de granos; se detalla quién mandó construir esta alhóndiga, para qué servía y cómo funcionaba. Cabe recordar que el granero fue inaugurado apenas unos meses antes de que iniciara la guerra de Independencia y cuando estalló el conflicto se convirtió en reducto y protección de los españoles, quienes se atrincheraron en su interior para resistir a los insurgentes.
En otro espacio se cuenta la historia de la batalla que ahí libraron insurgentes y españoles el 28 de septiembre de 1810, y que cambiaría el destino del inmueble de manera radical. Luego se mencionan las distintas utilidades que tuvo el espacio a través de su historia, como almacén de tabaco, escuela, cuartel y prisión, hasta 1958 cuando se establece el museo.
Cora Falero explicó que las primeras salas destacan el interés europeo por descubrir nuevas tierras y la concepción que se tenía del mundo antes de llegar a América, así como la colonización de Guanajuato.
De ahí se pasa a la ocupación del territorio por los conquistadores y las características de su gobierno. Más adelante se cuenta la conformación de la población una vez que quedó establecida la Intendencia de Guanajuato, y se destaca también el importante papel de la minería a través de la recreación de una mina.
Para contar la etapa de la Guerra de Independencia —explicó Falero— se utiliza una infografía, es decir, una gráfica con muchos elementos visuales, que ocupa tres paredes de techo a piso. Las siguientes salas narran los periodos de la Intervención Francesa y la “Paz y Progreso” del Porfiriato, intercaladas con la obra de Hermenegildo Bustos y Romualdo García para contar la historia de la sociedad a través de la mirada artística.
De Bustos, destacado pintor guanajuatense del siglo XIX, se presenta una selección de obra que permite descubrir cómo eran los habitantes de Guanajuato a través de sus múltiples retratos, mediante un nuevo montaje que los exhibe dentro de un árbol genealógico y no de manera lineal.
Mientras que de Romualdo García, reconocido pionero de la fotografía que vivió entre 1859 y 1930, de quien también el museo conserva un acervo de cerca de tres mil imágenes, se muestran placas poco conocidas de la gente común de la época, así como de acontecimientos históricos, como cuando Porfirio Díaz inauguró el Monumento a la Paz, en la ciudad de Guanajuato; hay fotos de calles, aspectos arquitectónicos, una serie de oficios que van desde el cartero hasta la gente de la clase alta porfirista. También fue ambientado su estudio.
En la sala dedicada al porfiriato destaca la instalación de cinco pantallas en las que se podrá ver de manera simultánea un corto de cuatro minutos sobre las fiestas del Centenario de la Independencia, se trata de imágenes captadas entre 1896 y 1910 —algunas acervo de la Filmoteca de la UNAM—, en las que aparece Porfirio Díaz, primer gobernante mexicano tomado por una cámara de cine. La secuencia fue armada ex profeso para este montaje y está acompañada de música de la época, comentó la especialista.
El recorrido finaliza con la Revolución en Guanajuato y las Batallas de Celaya. La reestructuración también incluyó la colocación de cedularios en tres murales del pintor José Chávez Morado. En estas fichas, que no existían con anterioridad, se explica cómo se realizaron las pinturas y las historias que están plasmadas en ellos.
Entre las piezas que integran la nueva museografía podrán apreciarse implementos agrícolas, ganaderos y de minería, utensilios de trabajo, una armadura del siglo XVI, obras pictóricas, objetos litúrgicos de la Colonia y reproducciones de planos.